Parece que en los últimos años es muy común que en nuestras aulas nos encontremos alumnos con TDAH. Es uno de los trastornos psiquiátricos más frecuentes en la etapa de la infancia y la adolescencia. Tenemos que dar una buena respuesta a sus necesidades, intentando en todo momento que estos alumnos estén integrados en sus clases, y logremos que adquieran las diferentes capacidades que nos proponemos desarrollar en nuestras clases.
Para ayudar a este objetivo, recientemente la Consejería de sanidad de Castilla y León y la Consejería de educación de CyL han desarrollado un documento que busca ayudar a encontrar respuestas y estrategias para trabajar con estos alumnos. Este documento de consenso entre ambas consejerías se denomina Protocolo de coordinación del trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Cómo bien plantean en el documento «la coordinación entre los ámbitos sanitario y educativo se hace necesaria para que las intervenciones emprendidas en los dos niveles se efectúen de forma óptima y eficaz, y con ello alcanzar la satisfacción de los usuarios y los profesionales.»
¿Qué es el trastorno por déficit de atención?
Es un síndrome conductual heterogéneo de inicio precoz caracterizado por la combinación de los síntomas centrales de inatención, hiperactividad e impulsividad, con gran variabilidad en cuanto a su presentación, intensidad y gravedad. Se trata de un trastorno multifactorial con una base neurobiológica y predisposición genética que interactúa con factores ambientales.
Los menores que padecen TDAH presentan importantes interferencias en las actividades escolares, familiares y sociales, agravadas en muchos casos por la comorbilidad psiquiátrica que lleva asociada, principalmente con trastornos del comportamiento, del estado de ánimo, ansiedad y del aprendizaje. Estas repercusiones son decisivas para el rendimiento académico, ya que hasta un 10% de los fracasos escolares se deben al trastorno por déficit de atención e hiperactividad (Instituto Nacional de Evaluación y Calidad del Sistema Educativo, INECSE).
¿Qué recomendaciones podemos conocer para que nos ayuden en nuestra labor con alumnos con TDAH?
Desde esta guía se dan una seríe de recomendaciones generales para los centros educativos, aunque la guía no sólo se queda ahí, ya que también nos propone otras recomendaciones para el resto de profesionales implicados o para la familia del alumno.
En cuanto a las recomendaciones para docentes que nos propone se centran en dos grandes ámbitos.
Dirigidas al ambiente educativo
Por un lado tenemos las actuaciones o recomendaciones que buscan hacer un ambiente de clase más faorecedor o «amigable» para este tipo de alumnos con TDAH. Son tareas sencillas y que sin ningún tipo de problema podemos llevar a cabo en nuestros centros. Además estás recomendaciones no sólo lograran influir positivamente en los alumnos que sufren TDAH, son recomendaciones que mejorarán la concentración y el rendimiento de todos los alumnos. Podemos resumir las recomendaciones en las siguientes:
- Eliminar objetos que puedan producir distracciones. Digamos que nuestras aulas deben regirse por el minimalismo.
- Tener normas de comportamiento claras y sencillas. Es interesante que siempre estén visibles.
- Tener en cuenta que los alumnos en general, y especialmente este tipo de alumnos tienen necesidad de movimiento. Por lo tanto debemos al programar tenerlo en cuenta y plantear cada poco actividades que supongan movimiento. ¿Conocéis los descansos activos?
- Crear un hábito de orden de sus materiales y espacio de trabajo. Es interesante supervisar este proceso.
- La ubicación en el aula es importantísimo. La proximidad al profesorado puede favorecer el contacto visual y la supervisión de tareas. Que estén sentados al lado de un compañero que pueda servirle como modelo positivo será de gran utilidad.
- El uso de TIC´s y materiales novedosos favorecerá su atención y motivación.
Dirigidas al profesor
Esta guía también nos propone actuaciones dirigidas al profesor. Que se resumen en lo siguiente:
- Mantener una actitud positiva.
- Ser consciente en todo momento de que la razón del comportamiento de estos alumnos se debe a un trastorno de etiología neurológica, nunca debemos olvidar esto.
- Cuando damos instrucciones estas deben ser breves, simples y claras, por muchos y variados canales de comunicación, auditiva, visual, manipulativa (multisensorial).
- Es muy importante el trabajo coordinado con familias, resto de profesional docente y sanitario.
- Tener estrategias previas de actuación ante posibles situaciones que se puedan desencadenar en las clases.
- Para estos alumnos es especialmente importante que conozcan: las rutinas, los horarios, las agendas, que existan momentos de descanso, de movimieno, etc.
Pautas para modificación de conductas
También nos da una serie de pautas para llorar modificar algunas conductas desaconseja les o incluso disruptivas. Estas cuatro técnicas que nos proponen son:
- Técnicas de modificación de conducta
- Entrenamiento en relajación.
- Técnicas para potenciar o reducir conductas. Economía de fichas – Contrato conductual o de contingencia.
- Técnicas para enseñar nuevas conductas: Modelado o imitación – Encadenamiento – Representación de papeles o roles.
- Técnicas para potenciar y/o mantener conductas. Reforzamiento positivo – Reforzamiento negativo.
Por último me gustaría señalar la importancia y utilidad de algunos de los anexos que encontramos en el documento para los profesores. Os dejo aquí la relacción de estos anexos, por ejemplo el Anexo IX: Escala DU PAUL de profesores para valorar el TDAH en la escuela.
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